Alejandro Guillier muestra el fabuloso rosedal de su jardín

Su casa está emplazada en la Comunidad Ecológica de Peñalolén. En su jardín se hace propagación, se practica el paisajismo, y las más chicas, sus nietas, hacen experimentos científicos con las más de 40 variedades de rosas que tiene. 

Es curioso porque mientras más uno se adentra en el mundo de las plantas, más se cruza con gente que insospechadamente tiene una familiaridad con ellas. Es el caso de Alejandro Guillier, periodista y conductor de noticias de TVN, quien tiene un fabuloso rosedal en su casa de la Comunidad Ecológica de Peñalolén.

Guillier recuerda que una vez fueron con su esposa a un vivero de rosas camino al sur donde compraron 40 variedades distintas. Hoy, según sus estimaciones, tienen unas 300 matas de rosas en el jardín. Y además su entusiasta esposa Cristina hace propagación de rosas a la par que diseña el jardín-rosedal.  

Cuando compraron el terreno hace 11 años era un pedazo de pie de montaña repleto de espinos. Y esa era la idea, hallar un terreno donde empezar el jardín desde cero.

Desde entonces la idea que han venido desarrollando, según explican, es la de que el jardín tiene que ser un lugar vivible y orgánico. Lo que se adapta en un lugar se queda ahí. Lo que no, se trasplanta o muere. Por ejemplo, han mantenido varios espinos porque, por su área radicular extendida, son capaces de afirmar el terreno cuando con las lluvias las vertientes saltan torrenciales cerro abajo.

Rosal romano, o rosal de cien hojas.
Por el contrario, en años de sequía como hace cuatro años, o el mismo año pasado, que fue un año difícil, sólo los árboles resisten. Por esta razón compraron derechos de agua (de vertiente) por segunda vez para paliar esas temporadas secas.

Sin embargo, más allá de esta idea “del que se adapta se queda”, el jardín sí tiene un diseño paisajístico en desarrollo. Por ejemplo, hay un sector en formación tipo “bosque sureño”. De éste parte una “lengua de bosque” que desemboca en un espacio más abierto, ideal para los niños y los pequeños eventos sociales. Hay otro sector de frutales y huerto.

-¿Qué frutales tienen?

-Peras, manzanas, damasco, duraznos, almendros, nueces, ciruelos, naranjos, limones, mandarinas, alcayotas.
Alcayota.
Más allá, digamos hacia el norte, donde se ubica la casa, hay otro sector del jardín que lo definen como emocional, porque recuerda un jardín de una familiar en Valdivia. Esa es una zona en desarrollo a la que se incorporarán azaleas y rododendros, aunque este año no se dieron muy bien las fucsias.

Cómo definirían su jardín: “Aquí todo es orgánico. Funciona por estaciones, por necesidades de las plantas, por colores, olores, y sobre todo funciona por las especies vivas, empezando por las personas, los animales y las plantas”.

Los colores son otro esquema del jardín, más notorio en época de floración de primavera que en este abril seco. De todos modos se distingue una zona donde destacan las rosas amarillas, rojas y rosadas, de otra zona donde van prevaleciendo el azul, el magenta y el morado.

“Hemos puesto frutales que uno ya no ve en el supermercado. Son cosas como de la infancia que se han ido perdiendo. Las ciruelas del ciruelo son verdaderos caramelos. En época de florecimiento en octubre, noviembre, esto es un mar de rosas. Siempre he soñado con colocarme arriba y fotografiar ese mar. Son olas de colores”, describe Alejandro Guillier. 
Variedad Queen Elizabeth.

-¿Cómo llegaron a levantar este rosedal?

Rosa picadilly.
-En algún pueblito que parece que es Nos compramos muchas variedades. Íbamos donde un viverista que tenía centenares de rosas, pero las estaba dando de baja muchas de ellas porque se iba a dedicar a las rosas comerciales. Y decidimos adoptar esas rosas. Si no, iban a desaparecer. Así empezamos a comprar variedades muy distintas.

Rosa whisky mac.
De hecho cuando ven una rosa que no conocen la compran si es un vivero, o piden que les conviden una patilla o la semilla.

Por eso la memoria debe ser óptima, para que recuerden todas las variedades que poseen en su propio jardín. Ahora, las ubican más por fisonomía que por sus nombres. Aunque por ahí en algún lugar de la casa hay un cuaderno con anotaciones al respecto.


GALLINAS
También tienen gallinas cuyo guano secado utilizan para fertilizar. Y cuando ven que una planta está media mustia, compran estiércol seco de caballo, un abono sumamente fuerte. 
Gallina japonesa.

“El abono de caballo es más fuerte. Y es bueno para algunas cosas. Por ejemplo para las rosas. Acá se recoge el guano de las gallinas, se deja secar y luego se reparte entre las plantas. Y fertilizamos sólo con eso”, explica.

El peuco –ave que caza al vuelo, quizás una de las aves de rapiña más abundantes en Chile- les ha llevado tres gallinas, incluida una gallina japonesa, una especie muy bonita. Es como algodonosa, con un coqueto pero chistoso gorro de plumas sobre la cabeza. De hecho vieron cuando el pájaro la cogió velozmente.
Estas gallinas tienen por misión principal el control de las plagas.

PROPAGACIÓN
Rosa cocktail.

Propagan con esquejes sin usar portainjertos de rosal silvestre como se recomienda tradicionalmente, ya que éstos son más resistentes. Pese a eso, los rosales lucen abundantes. 
PROYECTO

Estamos buscando plantas de esta zona precordillerana para reproducirlas y mantener así lo flora local lo más activa posible. Eso lo están haciendo con Javiera Garín, paisajista y polola de uno de sus hijos. “Pero es un sueño que está empezando. Queremos que alguien que quiera reforestar sepa que aquí hay plantas interesantes”.

La armeria o el corcolén figuran entre las especies que quieren llevar al jardín para ver cómo se adaptan. Y entonces empezar a reproducir.

NIÑOS Y JARDÍN

Una vez las dos nietas pequeñas de la familia (5 y 11 años) más unas amigas sacaron cientos de pétalos de rosas y los echaron a cocer porque querían hacer perfume de rosas. “A ellas les gusta hacer experimentos con la vida del jardín. El jardín estimula mucho el conocimiento científico”, concluye.  

2 comentarios:

  1. No se en que fecha fue hecho este reportaje. Pero me parece interesante rescatar el interés de Alejandro por incorporar especies adaptadas a la zona donde tiene su parcela. Una vez más queda en evidencia la utilidad de las gallinas, en este caso para abonar y alimentar peucos ja!! Saludos.

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    1. Hola Magno, el reportaje es de abril del año pasado, pero la afición de Alejandro Guillier se mantiene. Gracias por los comentarios.
      saludos!

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